lunes, 26 de octubre de 2009

Chica de vidrio

Cada día hacia las nueve, mientras el pueblo se quita el sueño, ella sale de casa sin hacer ruido esquivando los gatos que le rompen las medias. Yo me espero sin poder dormir y la espío desde la cama contando las horas que quedan para tener el momento por el cual quiero que llegue la noche, cuando desde el campanario suenan los cuartos siempre persiguiendo a las doce, ella desde el cuarto estante un breve instante me mira y llora.

Habla conmigo chica de vidrio, habla conmigo dime que quieres, daría lo que fuera por saber que me ocultas cuando te quedas sola en casa. Ya hace meses desde que llegó a la casa de enfrente, si nos encontramos hace ver que no sabe quien soy, pero a la noche es mía durante aquellos segundos.

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